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Porque el "País" es de todos

Seminario "Tres miradas, una cepa". País en Chile, Criolla Chica en Argentina y y Listán Prieto en España. Más allá del nombre, se trata de una variedad para quererla. Y beberla.



Desde hace más de un mes que me enteré que se iba a realizar y me motivé de inmediato. Un tema demasiado interesante y contingente si se quiere. Me refiero al Seminario “Listán Prieto | País | Criolla | 3 Miradas | 1 Cepa”, organizado por Viña Bouchon junto al Departamento de Enología de la Universidad de Chile que se realizó el viernes 20 de abril con un público variado: viticultores, enólogos, periodistas y consumidores, entre otros.


La invitación/flyer informaba de los 3 vinos que estarían presentes. El anfitrión, Bouchon Las Mercedes País (Maule, Chile); Cara Sur Criolla (Caligasta, San Juan, Argentina); y Benje Listán Prieto de Envínate (D.O. Ycoden Daute Isora, Tenerife, España). Todos cosecha 2016.

Confieso que además del tema en sí mismo, de escuchar y degustar estas tres versiones de la cepa país– y la infinidad de nombres que tiene-; un factor que me movilizó muchísimo a estar ahí, fue estar en vivo y en directo junto a los “Envínate”. Ok, no estaban los cuatro productores que forman este equipazo, pero con dos de ellos era más que suficiente, en este caso el gallego Alfonso Torrente y el canario Roberto Santana.


Hace harto rato que veía sus fotos en instagram. No porque sean los reyes de los posteos en esta red social; al contrario, son nuevos en esto, pero el “mundo” los quiere: a sus vinos y a ellos. Eso se nota de los consumidores y gente relacionada al vino. Sus etiquetas son reconocibles –independiente que sus vinos provengan de distintas regiones dentro de la península ibérica (Ribeira Sacra, Canarias, Extremadura y Almansa)-, y se nota en ellas un común denominador. Se reconoce la mano por decirlo de alguna manera.

De izquierda a derecha: Roberto Santana, Christian Sepúlveda, Alfonso Torrentes

y Francisco Bugallo

Y luego de ver estos vinos sólo a través de fotos de otros, llegó el momento en que estuvieron más cerca. Los trajo a Chile Diego Edwards, de Edwards Fine Wines. Hasta ahora el importador con el mejor catálogo de productores extranjeros y también a cargo de la distribución de algunos chilenos.

Hace más de un año que este importador venía conversando con ellos para traer sus vinos a Chile pero no tenían stock hasta que finalmente el primer y esperado embarque llegó en enero de este año. A la fecha, le quedan muy pocas botellas, es decir, el público nacional estaba literalmente sediento.

Por ahí por febrero tuve la oportunidad de probar –y beber- Benje 2016 y luego el Táganan blanco, también 2016. Benje además de Listán Prieto (95%), tiene 5% de Tintilla.

Volvamos a la Universidad de Chile. La primera parte del seminario fue en un auditorio en el que se realizaron presentaciones históricas y técnicas sobre la variedad. Unas más interesantes que otras según los gustos de cada cual. En mi caso, “Historia de la Variedad País en Chile”, por Pablo Lacoste, Historiador de la USACH; y Resultados de estudio de ADN de la Variedad País en Chile, por Patricio Hinrichsen, del INIA, fueron las que me mantuvieron despierta y alerta. Podría haber seguido escuchando el resto de la mañana.

Toda la actividad se realizó en el Centro de Extensión de la Facultad de Ciencias Agronómicas, instalaciones nuevas e impecables. Incluida la degustación, a la que pasamos después del seminario, y en la que la acústica de lugar y el murmullo permanente de algunos de los asistentes –me refiero a algunos sentados cercanos a mí, un fiasco-, hicieron complejo escuchar lo que hablaban los enólogos que presentaban los vinos.

El más perjudicado fue Francisco Bugallo, el argentino de Cara Sur, el primero en la degustación.

Muy gentil fue el anfitrión, el enólogo de Bouchon Christian Sepúlveda, quien fue muy breve en su presentación –y él mismo se encargó de decirlo-, para dar el pase a los españoles. Los Envínate fueron los últimos en presentar su vino.

Las presentaciones fueron breves con preguntas del público entre medio –además de los murmullos, claro-. Bien es que al tener los tres vinos servidos de manera simultánea se hizo más práctica la degustación y “comparación” entre ellos. Lo pongo entre comillas, porque esto no es una competencia y no hay mejores ni peores aunque suene bastante cliché. Simplemente son diferentes. Lo dijo de hecho Roberto Santana. Lo que tampoco significa que sea ley, pero que al menos yo lo comparto.

El enólogo de Bouchon habló que ellos buscaban un País que fueran mucho más que un vino de terraza o mejor dicho más para la comida. Personalmente voy por la primera opción, si es que hubiese que tomar un camino.

Por estilo, por lo que a mí me gusta beber, me quedo con Benje: fresco, harta fruta, bajo alcohol. Tipicidad. Quieres tomar una segunda botella.

Más allá de los gustos personales de los vinos presentados en este seminario, siempre-siempre se agradece que se realicen actividades de este tipo, muy escasas y en particular, de una variedad como el País, que al ser tan “nuestra”, se supone se deberían realizar con mucho mayor frecuencia, tal cual dijo el enólogo Christian Sepúlveda.


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